Las actuales demandas, ciclos y necesidades de distribución global de productos resultado de procesos de fabricación, así como la actividad creciente de los operadores de comercio electrónico dan como resultado muchos millones de envíos, con el correspondiente aumento de los residuos derivados. El impacto ecológico es más que considerable. Los gobiernos e instituciones europeas están usando la legislación para limitar el consumo de los materiales más contaminantes. Por eso el desarrollo de sistemas de embalaje óptimos que contemplen con plena atención todo el ciclo, se hace más importante que nunca, a efectos no sólo de disminuir el impacto ambiental, sino de lograr ahorros en toda la cadena logística.
Cartón, kraft de relleno y precinto de papel
Todo el mundo conoce desde hace tiempo la regla general de embalaje por la cual los envoltorios y embalajes de cartón o papel son siempre los menos dañinos para el medio ambiente y los que gozan de mayor reputación medioambiental entre los consumidores. Partiendo de esta base, debemos tener muy claras las ideas que nos ayudarán a reducir la huella ecológica del embalaje.
- Toda la atención en la elección de todos los materiales que se usarán: los consumidores son cada vez más conscientes y exigentes, valoran el uso materiales de embalaje reciclables y biodegradables, que no afectan al ciclo biológico. Los cierres cobran importancia fundamental porque la persona que abre su envío los manipula e interactúa con ellos en el momento de su apertura. El papel engomado, además de cierre seguro y resistente, actúa como transmisor de la idea de respeto al medio ambiente que tanto aprecia el consumidor. Mucha atención también a las tintas con que se imprimen los datos de envíos y los lemas y mensajes de marca: las tintas al agua son las más adecuadas y con menor impacto en el medio ambiente.
- El diseño de embalaje es tan importante como el del propio producto. El embalaje debe quedar reducido al mínimo necesario para su seguridad y resistencia: las cantidades de material de embalar deben ser las exactas, ni más ni menos. El exceso de embalaje daña siempre la imagen de marca. El papel engomado para el cierre de cartón es el más adecuado, ahorra mucho material porque siempre va medido al milímetro, mediante los aplicadores adecuados.
- Si es posible, debemos ajustar el diseño del packaging de modo que no sea necesario utilizar material de relleno, siempre será preferible. Pero, cuando hace falta es fundamental que estos materiales sean también biodegrables. Muchos de nuestros clientes utilizan papel kraft para este fin, con excelentes resultados. En algunos casos, también reutilizan restos y recortes de cartón o papel para este fin, dándoles nuevo uso y utilidad, y en sustitución del tradicional plástico de burbujas. Esta idea también influye en la experiencia de compra y en la percepción del cliente y mejora la presentación.
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Hay que tener presente que envases más ligeros suponen mayor eficiencia en el transporte: cargas más ligeras, menor cantidad de camiones o vagones ferroviarios, disminución de emisiones y de costes de envío… en una palabra, optimización para el transporte.
- Es necesario evitar el uso del plástico, no sólo como material principal del embalaje, sino también en ventanas, refuerzos, esquinas y otros accesorios plásticos en los embalajes. El proceso de reciclado se simplifica y mejora. Asimismo, los adhesivos sensibles a la presión por el agua, en concreto el papel engomado, son siempre mucho más fáciles de reciclar, puesto que sus materiales son biodegradables y están certificados por los sellos de calidad correspondientes.
Una vez más hay que insistir en el principio general de plicación de las 4 Erres: reducir, reciclar, reutilizar y recuperar... Y si, como cada vez más fabricantes y distribuidores en el mundo, ya estás utilizando cartón para tus embalajes, cerrar tus cajas de cartón con papel engomado te permitirá reducir el impacto ambiental y que tus clientes puedan percibirlo.
