Muchos comercios online, distribuidores, empresas de embalaje, mudanzas y logística aún están utilizando cintas plásticas para cerrar sus envíos en cajas de cartón. El cartón de las cajas y el plástico de la cinta son dos materiales bastante diferentes entre sí, con propiedades bien diversas.
El cartón es un material con características variables de gramaje, grosor, densidad y calibre, y distintos tipos, formado por varias capas de papel -de fibra virgen, o más a menudo, reciclado- superpuestas. Para su fabricación se utilizan fibras vegetales más largas y fuertes que en la fabricación del papel, pero la pasta de celulosa es siempre su material base común.
Las cintas plásticas se elaboran con película de plástico o emulsiones acrílicas o a base de elastómeros, y usan como agentes adhesivos diversos compuestos químicos.
Ambos materiales no es que sean precisamente incompatibles, todos hemos usado muchas veces cintas plásticas para cerrar papel y cartón; y hemos observado lo fácilmente que es posible separar la cinta, en especial de los embalajes de cartón. Ambos materiales combinados no parecen lo más adecuado como precinto.
Sin embargo, al sellar con papel engomado las cajas de cartón estamos usando materiales homogéneos que reaccionan a la humedad y al adhesivo vegetal por capilaridad, fusionándose: el embalaje queda no sólo precintado, sino totalmente unificado, lo que constituye el concepto exacto de monopackaging . El papel engomado garantiza el cierre integral del embalaje, que es imposible de abrir o manipular sin detección.
Además, al final de su ciclo, papel engomado y caja, compuestos del mismo material, no hacen necesaria su separación: el embalaje será más fácil de reciclar y devolver a la cadena de valor.
